Horacio Pagani: Mentiras, mentiras....

¡Qué vidrios se me clavan en la lengua!
Porque yo quise olvidar
y puse un muro de piedra
entre tu casa y la mía.
Es verdad. ¿No lo recuerdas?
Y cuando te vi de lejos
me eché en ...

No, si ya se sabe. Siempre aparece alguien que no te esperas para nada.

Cuando encuentras tu camino, el cielo se hace más dulce.

Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella.