Es mejor y más segura una paz cierta que una victoria esperada
Tito Livio
El amor, después de todo, no es sino una curiosidad superior, un apetito de lo desconocido que te empuja a la tormenta, a pecho abierto y con la cabeza adelante.
No fue Filipo, sino el oro de Filipo, quien tomó las ciudades de Grecia.
La vida en una gran ciudad es atomística. ¿Cómo sería posible llegar a conferirle cierto carácter comunal? ¿Cómo incorporar los individuos a grupos autónomos responsables?
El hombre no es más que un proyecto y la vida una especie de barco que cada uno tiene que llevar a buen puerto.