No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada
Miguel Hernández
Los Hombres, pudiendo ser desiguales en fuerza o en talento, se hacen iguales por convención y por derecho.
La forma monárquica de gobierno es natural a los hombres como lo es a las abejas, a las hormigas, a las aves migratorias, a los elefantes, a los lobos y a otros animales, todos los cuales designan a ...
Tan peligroso puede ser un estúpido ilustrado como un cateto a quien la inteligencia no le sirve para dejar de serlo.
¡Qué prueba de la existencia habrá mayor que la suerte de estar viviendo sin verte y muriendo en tu presencia!