Arthur Rimbaud: Un atardecer, senté a la Bell...

Un atardecer, senté a la Belleza sobre mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la insulté.
Arthur Rimbaud
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Los hombres se atan al cuello un pañuelo celeste o rojo, con lo cual se ahorran juiciosamente la molestia de inventar un programa.

El amor es una filosofía de vida, no una etapa de enamoramiento.

Nadie debería ser nombrado para una posición directiva si su visión se enfoca sobre las debilidades, en vez de sobre las fortalezas de las personas.

Ningún testimonio es suficiente para establecer un milagro, salvo que su falsedad fuese más milagrosa que el hecho que se trata de establecer.