Quédate aquí hasta que tú misma contestes. No tienes sitio adonde ir; no puedes moverte; no puedes empezar a planearte un camino hasta... hasta que sepas lo suficiente como para escoger un final.
Ayn Rand
hablas y piensas como yo. Te diga lo que
No te quejes de la nieve en el techo del vecino, cuando también cubre el umbral de tu casa.
Cuando las estadísticas nos dicen que la familia mexicana tiene un promedio de cuatro hijos y medio, nos explicamos por qué siempre hay uno chaparrito.
¿Qué hacer ahora? ¿Cómo desprenderte de tí mismo?
Con cada obra que nace mueres un poco.