Llevamos cadenas, aunque nadie las vea, y somos esclavos, aunque los hombres nos llamen libres
Oscar Wilde
Proust dijo en cierta ocasión que a las mujeres de belleza clásica había que dejarlas para los hombres sin imaginación, y
Lo que pasa es que rara vez pienso; entonces sin darme cuenta, se acumula en mí una multitud de pequeñas metamorfosis, y un buen día se produce una verdadera revolución. Es lo que ha dado a mi vid...
Eran las cinco de la madrugada del jueves 8 de noviembre. La Revolución rusa había vencido.
Porque también es bien sabido que tanto Dios como el diablo han mostrado últimamente con creces, no tener nada de perfectos y sí mucho de torpes, se les ve a menudo llegar tarde al teatro de sus op...