José Antonio Fortea: la Regla recordaba que nadie d...


la Regla recordaba que nadie debía conquistar un reino si antes no conquistaba su propia alma. Teóricamente, cada templario debía antes conquistar su alma para Dios. La estancia en la Orden suponía una guerra personal contra el mundo, el demonio y la carne. Sólo hombres con paz en su alma podían ser guerreros. Si las pasiones habitaban en nuestros corazones, iríamos a la guerra acompañados de nuestras pasiones.

José Antonio Fortea


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