Creedlo, para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Qué feliz soy!.
Jacinto Benavente
Si me ofreciesen la sabiduría con la condición de guardarla para mí sin comunicarla a nadie, no la querría.
Ser tirano no es ser, sino dejar de ser, y hacer que dejen de ser todos.
Antes de poner en duda el buen juicio de tu mujer, fíjate con quien se ha casado ella.
Donde hay niños, existe la Edad de Oro.