No es oro todo lo que reluce, ni todo lo que anda errante está perdido.
J. R. R. Tolkien
Así como la demasiada autoridad corrompe a los reyes, así el lujo emponzoña toda una nación.
Las maldiciones no van nunca más allá de los labios que las profieren.
La caridad es un deber; la elección de la forma, un derecho.
El matrimonio es un viaje con rumbo desconocido, en el que los integrantes deben compartir no solo aquéllo que cada uno ignora del otro, sino también lo que desconocen de sí mismos.