Un hombre vulgar puede acabarse lo mismo que un gran hombre.
Arthur Miller
Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama.
Lo malo es que las máximas se escriben para los demás y raramente para sí mismo.
Servid cien veces, negaos una, y nadie se acordará más que de vuestra negativa.
Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos.