¿Quién sería lo bastante insensato para morir sin haber dado al menos la vuelta a su cárcel?
Marguerite Yourcenar
La belleza está en el ojo del observador.
Virginal
Te vi en el vórtice del remolino
de luz, ceñido en torno a tus caderas,
la túnica arrancada por el viento,
sobre fondo de estrellas,
rebaños de centauros
chapoteando en juego en la riber...
Amad a esta Iglesia, permaneced en esta Iglesia, sed vosotros esta Iglesia.
El tiempo se lo llevo la misma frase que se kedo en el olvido
el día que por fin te vi a los ojos y me kede dormido
había tomado cafe para andar sobrio y percatarme de todo
sin embargo ese aro...