Quien nunca haya cometido un error, nunca ha intentado algo nuevo.
Albert Einstein
A menudo es preferible una falsa alegría a una tristeza cuya causa es verdadera.
El hombre prudente solo piensa en sus dificultades cuando ello tiene algún objeto. Cuando no, piensa en otra cosa.
El matrimonio es el sepulcro del amor; pero del amor loco, del amor sensual.
Los grandes incendios nacen de las chispas pequeñas.