Dios mira las manos limpias, no las llenas.
Publio Siro
Jamás negociemos con miedo, pero jamás temamos negociar.
Soneto
Sigo, Amor, con mi júbilo sin bridas
por senderos de mieles tu carrera,
viajando con tu llama y tus heridas
desde el justo contorno de tu esfera.
El pulso tengo de innombrables vidas
en tu p...
La Vuelta de Los Campos
La tarde paga en oro divino las faenas...
Se ven limpias mujeres vestidas de percales,
trenzando su cabellos con tilos y azucenas
o haciendo sus labores de aguja en los umbral...
Mientras admiramos y exaltamos las facultades de la inteligencia humana, nos olvidamos de buscar sus verdaderos colaboradores.