No hay carga más pesada que una mujer liviana.
Miguel de Cervantes
A Florinda En Invierno
Al hombre mozo que te habló de amores
dijiste ayer, Florinda, que volviera,
porque en las manos te sobraban flores
para reírte de la Primavera.
Llegó el Otoño: cama y cobe...
Los progresos de la medicina son gigantescos. Ya no estamos seguros de nuestra propia muerte.
Cuando trates con una mujer no olvides el látigo.
El arte de vivir es sacrificar una pasión baja a otra más alta.