Mezcla a tu prudencia un grano de locura.
Horacio
El tiempo físico nos es extraño, mientras el tiempo interior es nosotros mismos.
Amamos a quienes conocen lo peor de nosotros y no nos dan la espalda.
El regalo de un libro, además de obsequio, es un delicado elogio.
Cada cual es como Dios le ha hecho, pero llega a ser como él mismo se hace.