Para casarte, cuando joven es temprano y cuando viejo es tarde.
Diógenes Laercio
Los mejores amigos de las mujeres son los diamantes.
Allí donde la toques, la memoria duele.
Los días no adquieren sabor hasta que uno escapa a la obligación de tener un destino.
He leído en alguna parte que para amarse hay que tener principios semejantes, con gustos opuestos.