Los que de corazón se quieren solo con el corazón se hablan.
Francisco De Quevedo
La victoria pertenece al más perseverante.
No confíes tu secreto ni al más íntimo amigo; no podrías pedirle discreción si tú mismo no la has tenido.
Nada tan peligroso como una idea amplia en cerebros estrechos.
De tal palo, tal astilla.