Sagradas Escrituras: Doy gracias a Dios que sirvo c...


Doy gracias a Dios que sirvo con limpia conciencia como mis antepasados, mientras te recuerdo sin cesar, noche y día, en mis oraciones. Al acordarme de tus lágrimas, siento un gran deseo de verte y así llenarme de alegría. Recuerdo tu fe sincera. Por eso te invito a que reavives el don de Dios que recibiste por la imposición de mis manos. Porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino un espíritu de fortaleza, de amor y de buen juicio. Por eso no te avegüences del testimonio que tienes que dar de nuestro Señor, ni de mí al verme preso. Al contrario, lucha conmigo por el Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. El nos salvó y nos llamó para ser santos, no como premiando méritos nuestros, sino gratuitamente y por iniciativa propia.

Sagradas Escrituras