La grasa de las capitales no se banca más.
Charly García
A Un Poeta Sajón
Tú cuya carne, hoy dispersión y polvo,
pesó como la nuestra sobre la tierra,
tú cuyos ojos vieron el sol, esa famosa estrella,
tú que viniste no en el rígido ayer
sino en el i...
Madrid, deshabitado como mi colchón el verano en que me hice mayor, y ella que ya no llama.
El infierno está todo en esta palabra: soledad.
No obres como si fueras a vivir mil años; obra como si el fin estuviera muy cerca.