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vida: no importa cuantas veces la vi...
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vida
no importa cuantas veces la vida nos tire solo tu decides cuando levantarte
vida
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Guitarra
A Francisco Guillén
Tendida en la madrugada,
la firme guitarra espera:
voz de profunda madera
desesperada.
Su clamorosa cintura,
en la que el pueblo suspira,
preñada de son, estira
la carne dura.
Arde la guitarra sola,
mientras la luna se acaba;
arde libre de su esclava
bata de cola.
Dejó al borracho en su coche,
dejó el cabaret sombrÃo,
donde se muere de frÃo,
noche tras noche,
y alzó la cabeza fina,
universal y cubana,
sin opio, ni mariguana,
ni cocaÃna.
¡Venga la guitarra vieja,
nueva otra vez al castigo
con que la espera el amigo,
que no la deja!
Alta siempre, no caÃda,
traiga su risa y su llanto,
clave las uñas de amianto
sobre la vida.
Cógela tú, guitarrero,
lÃmpiale de alcol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.
El son del querer maduro,
tu son entero;
el del abierto futuro,
tu son entero;
el del pie por sobre el muro,
tu son entero...
Cógela tú, guitarrero,
lÃmpiale de alcol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.
nunca descubrira la verdad al menos ke creas ke te están mintiendo
i love en ingles
quecha en italiano
pero lo mucho que te quiero te lo digo en castellano ¡feliz dÃa papa!
Cautiva
Cautiva que entre cerrojos,
frente a la angosta ventana
dejas espaciar los ojos
por la campiña lejana,
¿de qué te sirve tener
en el pecho un ansia viva,
si eres libre para ver,
y para volar cautiva?
Siento mayor la amargura
de tu mal cuando te veo
con las alas en tortura
y en libertad el deseo.
Preso el pie y el alma alerta...
¡Qué morir frente a la vida!
¿Para qué ventana abierta
si no hay puerta de salida?
Alma cautiva y hermana
que en la campiña lejana
dejas espaciar los ojos,
¡que te quiten los cerrojos
o te cierren la ventana!