La ley del talento, como la de la dicha verdadera, es el desinterés.
José Martí
Lo que un escritor puede hacer en la soledad de una habitación es algo difícil de destruir por cualquier poder.
Soñando cada año en los crisantemos eueño por ellos.
Durante nuestra vida, nosotros dos no hemos perseguido sino una sola cosa; una visión cruel, sanguinaria, indestructible: la substancia... Yo no he hablado nunca de los detalles de la vida cotidiana;...
La mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.