Los grandes son como el fuego, al que conviene no acercarse mucho ni alejarse de él.
Diógenes
La verdadera hermandad no requiere lazos de sangre.
Me preparo bien. Sé lo que puedo hacer antes de jugar. Estoy siempre seguro.
Oh santo temeroso ¡anímate!, las nubes que tanto temes, llenas de misericordia están y sobre ti bendiciones derramarán.
Hay momentos en la vida que valen años.