Repudio a los misericordiosos que se complacen en su compasión; les falta vergüenza.
Friedrich Nietzsche
A veces los árboles se rompen sobre el peso de sus propias frutas.
Una mujer no comienza a mostrar su edad hasta que comienza a ocultarla.
La mujer es la reina del mundo y la esclava de un deseo.
Al amor, como a una cerámica, cuando se rompe, aunque se reconstruya, se le conocen las cicatrices.