Incluso arrastrándose en la arena la enredadera florece.
Tagami Kikusha
A veces hallo tan grande a la miseria que temo necesitar de ella.
Ama y aprecia a la mujer y no abuses nunca de su debilidad, sería una infamia y una cobardía.
Si por las noches,ya no puedo dormir, son tus besos,que nunca olvidare.
Hay una gran fuerza escondida en una dulce orden.