Ama como que has de aborrecer, y aborrece como que has de amar.
Séneca
El mundo empezó sin el hombre, y acabará sin él.
Las espinas de la vida se trocarán en flores para toda la eternidad.
Yo, sin lucha, inerme, me declaro vencido, si vencerme es ver en ti mis manos maniatadas.
De los orificios de la nariz del Buda. Surge una golondrina.