Diego Torrente: Psicología Social. Los amigos...


Psicología Social. Los amigos son tesoros
¡Qué importante es tener amigos! Pero más trascendental es tener buenos amigos. El sentimiento de amistad se descubre desde edades tempranas. En las escuelas infantiles, el parque o con otros niños de la familia. Pronto aprendemos a elegir amigos, a discernir entre las personas que queremos a nuestro lado, y aquellas de las pronto olvidaremos hasta el nombre. La casualidad y el destino favorecen que, de improviso, tropecemos con los amigos que nos acompañarán en el fabuloso camino que es la vida.
Sin embargo, con frecuencia confundimos amistad con otro tipo de relación de carácter mercantil, impositivo o de sometimiento. Como todas las relaciones sociales, cuenta con una complejidad y una idiosincrasia tan marcadas que a veces nos sentimos perdidos para gestionar ciertas amistades.
La amistad es necesaria para sobrevivir psicológicamente. Las personas que no mantienen una red social equilibrada en cuanto a amistades se refiere son más propensas a padecer trastornos como la depresión o la ansiedad. Además, las conexiones de naturaleza íntima que establecemos con otras personas nos brindan un espacio de comunicación en el cual podemos volcar nuestras tristezas y compartir nuestras alegrías. No hay duda de la índole terapéutica del desahogo que se produce en entornos amistosos. Pero la amistad saludable hay que cultivarla, mimarla, atenderla, conservarla. Ésto no se produce por arte de magia, es preciso mantener una base firme que convierta en indestructible una gran amistad.
No existe un libro de instrucciones a disposición del público pero la hermandad de torna evidente cuando confías en el otro sin miedo, está a tu lado en las alegrías y las penas, te comprende, te aconseja, busca tu bienestar y lucha por ti cuando la situación te es adversa. Es una forma de amor tan puro como el mejor amor romántico. Partiendo de la base de que se trata de un contacto voluntario, se sobreentiende que será generoso y el auténtico amigo estará disponible cuando sea requerido y sabrá mantenerse al margen cuando las circunstancias lo requieran.
El afecto amistoso se puede mostrar de diferentes maneras. Los amigos buscan verse, encontrarse, compartir espacios y tiempos juntos, se interesan por las necesidades del otro y por las cosas que les pasan. Bien es cierto que no se trata de intercambiar favores como obligación pero también es verdad que ha de existir cierta correspondencia, un mínimo de reciprocidad. Las alianzas son tan propensas a fortalecerse como a debilitarse. Es importante ser discreto con los asuntos íntimos que te confían, y tener la suficiente confianza en el otro como para no dudar de que lo será con los tuyos.
No permitas que una amistad te anule como persona o te presione de tal forma que dejas de disfrutar con su presencia. También en el ámbito amistoso hay personas tóxicas cuyo contacto no hará más que cargarte de energía negativa o absorber la tuya dejándote exhausto. Ten la fortaleza de salir de esas relaciones y de seguir tu camino dejándolas atrás. Simplemente, es imposible tener afinidad con todas las personas que se cruzan en nuestra vida. Por tanto, no intentes nunca forzar una amistad porque, casi con toda seguridad, estará abocada al fracaso antes de empezar. (Diego Torrente)


Diego Torrente


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