Por San Martín se mata el gorrín.
Bienaventurado el que nada espera, porque nunca sufrirá desengaños.
La mejor parte de tropezar es levantarse.
Si dedicas 1 hora al día durante 20 años a pensar acerca de lo que es verdad, seguramente concluirás que no existe tal cosa.
Se aprende a necesitar, necesitando.