Las cosas de palacio van despacio.
Refrán
Y es que en este mundo traidor, no hay verdad ni mentira: todo es según el cristal con que se mira.
Un hombre sin pasiones está tan cerca de la estupidez que solo le falta abrir la boca para caer en ella.
Más vale un "toma" que dos "te daré"
Nuestra conducta es la única prueba de la sinceridad de nuestro corazón.