No amaba menos, sino al contrario. Pero el peso del amor, como el de un brazo tiernamente posado sobre un pecho, se hacía cada vez más difícil de soportar
Marguerite Yourcenar
El odio es la sola prueba indudable de la existencia.
Si uno fracasa en las cosas importantes, es porque no tiene grandes ambiciones. La concentración, el interés; eso es lo que importa. Las aptitudes aparecen, las herramientas se forjan por sí solas.
Nunca me ha importado que treinta millones de personas puedan pensar que estoy equivocado. El número de personas que pensaban que Hitler tenía razón no prueba que estuviese en lo cierto ¿Tengo aca...
Los pueblos débiles y flojos, sin voluntad y sin conciencia, son los que se complacen en ser mal gobernados.