Ráfaga de nieve. En sus brazos sofoco.
Takako Hashimoto
En el río pasan ahogados todos los espejos del pasado.
Por lo que más se nos castiga es por nuestras virtudes.
Ahora acércate más y escucha los obsesivos latidos del amor que se propagan como el tam tam de los negros tambores en el canto tribal de mi cuerpo.
Más vale tener que dar, que tener que mendigar.