No es el amor lo que hace volverse ciego, sino el amor propio
Voltaire
Nuestros servicios de Inteligencia tuvieron indicios importantes, no probados, del encuentro entre Massera y Firmenich, en París
El lenguaje es poesía fosilizada.
Cuando más buena es el alma de un hombre, menos sospecha la maldad en los otros
El problema no radica en la religión, sino en la mente humana. Los practicantes sinceros de cualquier religión, muestran cualidades humanas esenciales: simplicidad, constancia, compasión y contento...