Me siento libre cuando puedo renunciar a lo que soy, a cambio de lo que puedo llegar a ser
Artur Balder
Las historias están más llenas de ejemplos de perros fieles que de amigos fieles.
Desde las paredes miran los iconos sin rostro, sin manos ni piernas. Ahoga el concentrado olor del aceite secante, de los huevos podridos, de la arcilla agria que cubre las rendijas del suelo.
Recuerdo mi juventud y aquel sentimiento que nunca más volverá. El sentimiento de que yo podría durar más que todo, más que el mar, más que la tierra, más que todos los hombres.
Las atracciones más interesantes son entre dos opuestos que nunca se encuentran