Miguel de Cervantes: Al desdichado las desgracias l...

No estoy aquí para echarme atrás porque sea Ferrari o sea Alonso. Yo levanto el acelerador en las curvas, no en mitad de la recta.

Dios me hizo rey y el destino, que está en las manos de Dios, me envió a ese país: no soy más responsable, pues, de la muerte de esos sarracenos que ellos de mi nacimiento.

¿Sabes? todas mis canciones podrían estar mejor escritas. Esto es algo que me preocupaba antes, pero ya ha dejado de preocuparme. Nada es perfecto, y por eso no tengo por qué esperar ser yo perfect...

Debido a que prestamos demasiada atención a los defectos de los demás, morimos sin haber tenido tiempo de conocer los nuestros