Hay delitos tales, que atentas las leyes se los dejaron sin pronunciarles sentencia, por no prevenir que habría quien los cometiese.
Pedro Calderón De La Barca
Vale más un testigo de vista que diez de oidas.
La verdad no está de parte de quien más grite.
Quien no ha sido besado en una de esas lluviosas tardes parisinas, nunca ha sido besado.
Que en lugar de apuntar hacia un enemigo difuso, es mejor esperar que se torne en amigo, es mejor contar hasta diez con el palo en la mano, es mejor dejar una salva para mañana.