Hay un hambre que es tan grande como la del pan y es la de la injusticia, la de la incomprensión.
Enrique Santos Discépolo
Los hombres viven, en general, el presente con una cierta ingenuidad; esto es, sin poder llegar a valorar exactamente sus contenidos.
Es un examen muy fuerte, una experiencia muy nueva y muy rigurosa prueba, poner al que está mortal en los labios el cristal, y decide que no beba.
¡Las caras de las muñecas!. Aunque nunca lo pensé me he vuelto viejo.
Por esto se discute también si la felicidad es algo que puede aprenderse o adquirirse por costumbre o si sobreviene por algún destino.