La razón acabará por tener razón.
Jean Le Rond d'Alembert
Cuando tengas ganas de morirte no alborotes tanto: muérete y ya.
La casa, dios mío, rodeada de petreles sobre el acantilado y los vapores del océano, de portones batidos por el viento y cortinas en pedazos, con el anuncio hotel central en semicírculo en la facha...
Escritores, hay que escribir no con tinta, sino con la sangre. Pero no con la de otros.
El hombre solo pretende pretextos para vivir, es decir, elaborar una imagen de su orgullo.