Cuidado de aquel que odia la risa de un niño.
Henry Ward Beecher
Solo las pasiones, las grandes pasiones, pueden elevar el alma a las grandes cosas.
Éste tenía la impresión de que su hermano había luchado con menos ahínco contra los deseos impuros, y había aceptado sus derrotas con espíritu más bien alegre. Pero lo importante era que ambos...
La poesía es pensamiento que respira, y palabras que queman.
Mientras yo sea presidente, no habrá Trasvase del Ebro