El orgullo se resarce siempre y no pierde nada, incluso cuando renuncia a la vanidad.
Francisco de La Rochefoucauld
Las innovaciones deben introducirse poco a poco, casi insensiblemente.
El orgullo interviene más aún que la bondad en nuestras represiones a quienes han cometido algún yerro, y les reprendemos más que para corregirles, para convencerles de que estamos exentos de él.
Los hombres correrán tras la cosa que más temen, es decir, que serán miserables por temor a la miseria.
La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.