Lo que no quieras para ti, no lo quieras para nadie.
Refrán
La verdadera patria del hombre es la infancia.
Solía pensar que yo era estúpido. Fue entonces conocí a los filósofos.
Uno de los signos de los tiempos es la indiferencia por el mañana. Nadie sabe en que consistirá mañana la vida. Esta incertidumbre perpetua agota los nervios, a el punto en que no encontramos nada ...
Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de caza siempre glorificarán al cazador.