Porque deleitarse es algo anímico, y para cada uno es placentero aquello de lo que se dice aficionado.
Aristóteles
La libertad es el derecho de hacer lo que no perjudique a los demás.
El arte de amar se reduce a decir exactamente lo que el grado de embriaguez del momento requiera.
Trabajando por cuenta ajena, poco se gana y mucho se pena.
No es el amor lo que es ciego, sino los celos.