El alma es como una ciudad sitiada: detrás de sus muros resistentes vigilan los defensores. Si los cimientos son fuertes, la fortaleza no tendrá que capitular.
Epicteto
No basta con tener la voz más melodiosa para entonar un tango. No. Hay que sentirlo, además. Hay que vivir su espiritu.
Viajar puede ser una de las más rentables formas de introspección.
Si usted molesta a un perro, molesta a su dueño.
La libertad viene de adentro.