El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno.
Gabriel García Márquez
Aquellos a quienes se condena al suplicio manifiestan a veces una fortaleza y un desprecio a la muerte que en realidad no es más que el temor a mirarla cara a cara; de modo que puede decirse que esa ...
Tenemos un Cielo tan piadoso, que no envía el daño sin el remedio.
La juventud debe ejercitar los derechos que ha de realizar y enseñar después.
Miraba hacia abajo, a Marilyn, ese espectáculo de cuerpo mamífero y esplendoroso vestido "transparente". ¿Habría tenido tiempo Marilyn de preguntarse si el Presidente iba a viajar a Los Angeles pa...