Los libros son como mi única alegría.
John Lydon
Cuando el hombre y la mujer se mueren, como los poetas cantan, su corazón es la última parte se mueve, la última, la lengua.
En el extremo, no es los años en su vida que cuentan. Es la vida en sus años.
Si se estableciera un régimen de completa libertad económica, la libertad social y política se producirían automáticamente. Y hasta que aquél sea establecido, ni la libertad social, ni la polít...
Una explicación de la causa no es una justificación de la razón.