No todas las cosas están bien a todos.
Séneca
Llueve copiosamente sobre mi cara y solo pienso en tu lejano amor mientras cobijo con todas mis fuerzas, la esperanza.
El amigo, lo escojo yo, el pariente, no.
Nunca nos engañan, nos engañamos a nosotros mismos.
Caen las flores del cerezo y entre las ramas aparece un templo.