El hombre se eleva por la inteligencia, pero no es hombre más que por el corazón.
Henry Frédéric Amiel
No permitiré que ningún hombre reduzca y degrade mi alma haciéndome que lo odie.
Planta y cría y tendrás alegría.
Mientras nos mudamos de una cuna a un ataúd...¡Cuánta palabrería inútil!.
Tenemos el clavo, ahora solo me falta encontrar el martillo.