Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez.
Francisco De Quevedo
Imagínese a un hombre sentado en el sofá favorito de su casa. Debajo tiene una bomba a punto de estallar. Él lo ignora, pero el público lo sabe. Esto es el suspense.
La forma sigue la funcion.
Hablando de nuestras desgracias las aliviamos.
Nada nos engaña tanto como nuestro propio juicio.