Las religiones se pierden como los hombres.
Franz Kafka
Dar a un hijo mil onzas de oro no es comparable a enseñarle un buen oficio.
Una alondra se vuela respiro la niebla ¡Yo camino sobre nubes!.
Sigmund Freud fue, sin duda, un genio; no de la ciencia, sino de la propaganda; no de la prueba rigurosa, sino de la persuasión.
Dirás que soy un soñador, pero no soy el único