Vivid arduamente, no temáis nada y os sonreirá el triunfo.
Winston Churchill
Libros, los hijos del cerebro.
El milagro del amor humano, es que, sobre un instinto muy simple, el deseo, se construyen edificios de los más complejos a los más delicados sentimientos.
Y es que tanto te conozco que hasta se me has de extrañar.
No veo una separación entre lo que me imagino y lo que se percibe que me imagino. Como la música es un artificio, es como estar adentro de las canciones. Cada vez me doy más cuenta de que uno quier...