De tu casa a la mía hay una cinta celeste que en letras doradas pone: amigas hasta la muerte.
Dios tuvo un hijo en la tierra sin pecado, pero nunca uno sin sufrimiento.
Aquí hay una cosa sobre la muerte de su madre, o cualquier otra persona que amas: No se puede anticipar cómo se sentirá después. La gente te dirá; algunos pueden estar cerca de la derecha, no exa...
No sé tú mismo. Quiero seguir de sorprenderme.
Todo el arte de vivir consiste en una fina mezcla de dejar ir y aguantando.