La comunidad se embrutece infinitamente más por el uso habitual del castigo que por la ocurrencia ocasional del delito.
Oscar Wilde
Intenta saber todo de algo y algo de todo.
Las armas requieren espíritu como las letras.
Cuando el arco iris se ve, o ha llovido o va a llover.
Un capuchino decía: "¡Qué sabio ha sido Dios poniendo la muerte después de la vida! Porque si la hubiera puesto antes, no hubiéramos tenido tiempo para hacer penitencias".